domingo, 30 de mayo de 2010

Mira este, mira aquella

Uy...mira que pintas lleva ésa, será hortera la tía; acaso no tiene espejos en su casa. Seguimos andando y los/as analistas continúan fisgando a ver quién pasa a nuestro lado para poder entretenerse un rato sacando "fallos". Ahora le toca someterse al escaner a un chico, que embarcado en sus cavilaciones, para rato se iba a imaginar que alguien se iba a fijar en él de esa manera tan "analizadora". Madre mía, exclaman los escáners, si lleva una camiseta rosa y además sus zapatillas son rojas. Puff, ¡rosa con rojo patada en el ojo!

¿Qué significa esto? Pues para mí muchas cosas, y no muy agradables. No me gusta vivir estas situaciones, ni actuar así. Yo creo que nunca habré actuado tan al extremo, pero sí que me habré parado a hablar de cómo iba alguien que había pasado por mi lado sin conocerlo/a siquiera. Debemos preguntarnos por qué hacemos esa crítica tan poco constructiva para nuestra persona. A todos nos gusta decir que somos libres, pero debemos saber que los demás también lo son, por lo tanto, ¿quién somos para hablar de cómo lleva cada uno a la práctica su libertad? Y encima luego somos tan hipócritas que decimos: "que cada uno hago lo que quiera, cada cual es libre de ir como quiera o hacer lo que quiera."

Yo estoy segura de que cada vez intento más no juzgar a las personas, y vosotros/as, ¿cómo creéis que actuáis en estos temas? Cada uno/a sabe su respuesta.

sábado, 22 de mayo de 2010

La felicidad en el camino

Dicen que en nuestra sociedad va detrás de deseos y, que cuando lo consiguen, apenas se paran a disfrutarlo y ya están pensando en otro que conseguir. Quizá sea porque nos sentimos perdidos en nuestra vida, por no estar parados, estar siempre en camino. ¿Pero así se alcanzará la felicidad?

Ahora me acuerdo de una anécdota que me pasó de txiki: La cosa es que me pedí para el Olentzero un Super-Camión de Micromachín, de estos que se abrían y llevaban una pequeña ciudad dentro. Pues bien, la ciudad tenía unas carreteras que le faltaban ponerle unas pegatinas para que se pudiera "jugar" a gusto... y con apenas 6 o 7 años pasé media semana excepcional buscando el lugar donde tenía que poner las pegatinas... Total, que terminé de "hacer" la ciudad y puede que jugara un par de días pero como nos pasa a todos los niños con los juguetes que tenemos, al poco tiempo me olvidé de él. Al final me lo pasé mejor "luchando" por mi deseo, que disfrutándolo.

Esta experiencia se puede trasladar perfectamente a la vida real, cuando vayas en busca de algo no te vuelvas loco por conseguirlo, disfruta mientras luchas por él, no te centres en el objetivo sino en lo que haces por conseguirlo.

Todo se puede resumir en una frase que escuché en una serie de televisión:

"La felicidad no está en el objetivo sino en el camino por conseguirlo"


Yo creo que el problema actual de nuestra sociedad, más que estar saltando de un deseo a otro, es la ansiedad que sufre la gente por conseguirlos.
Yo no soy de mandar a la gente lo que debe hacer, de decir lo que tienen que hacer, pero recomiendo a todos que disfrute de todos y cada paso que dan en su camino...
Pero eso sí, hay que tener cuidado con el camino que hay por delante, porque puede que existan momentos que haya que hacer sacrificios, pero no deberían ser sacrificios de los que te arrepientas
Y también hay que elegir bien el deseo, que no sea de estos que no hay caminos por conseguirlo (de los que vas y lo compras) porque después no disfrutas ni en el camino, ni el deseo, y además acaban todos los vertederos saturados de deseos olvidados.

miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Estoy dormida?

Yo pienso que ya no tanto. Desde que tengo consciencia ha habido muchos hechos y personas que me han hecho despertar; una de ellas, muy importante, Alai. Gracias a él el despertado en muchos sentidos.

He abierto los ojos, he recordado aquello que olvidé a causa de mi integración entre la gente dependiente de las normas. En muchos sentidos he llegado a dejar de lado cosas por las que antes luchaba con más fuerza. Quiero volver a sacar a esa Laura; pero tranquilos/as, nadie resultará herido/a. Gracias a ti Alai, he vuelto a despertarme.

Yo siempre estaré intentando que tú tampoco te duermas, para eso sabes que tengo una voz perfecta, tan guay del paraguay que despierta hasta al mismísimo Cente :) Como quiero también a mi gordo. Vosotros sois muy muy especiales para mí. A veces sois de estas personas especiales a las que llevaría al Molino, pero me aguanto y espero a que los tres estemos preparados para ir juntos como personas especiales, ésas que necesitan de gente experimentada para que los entiendan.

Ya sé que no es fácil estar despierto/a, pero creo que la gente que me rodea está bastante despierta; suerte la mía de que me rodeéis :)

Hoy es el día especial de uno de mis chicos especiales. Cumple de Alai; para concretar más diré que es ¡su diecisieteavo cumple! ZORIONAK BICICLISTA!!!!!!!!

¡Lucharemos por unos carriles bicis decentes! ¡Esa será nuestra meta de los 17! Aunque igual hay que aspirar a algo más asequible, hay que intentar dejar de lado a las villavesas y coger la bici siempre que podamos. LO INTENTAREMOS, mejor dicho, lo intentaré, que tú ya lo haces.



martes, 18 de mayo de 2010

A estas alturas...


Hace poco fui testigo de un maltrato de género. Era un sábado cualquiera normal sin mucho interés. Eran las 2:30(ya del domingo). Me disponía a coger el autobús con un amigo cuando empezamos a escuchar a unos gritos. Llegamos a la parada del bus y entonces lo vimos todo.

Un hombre del este de mediana edad estaba chillando y amenazando a una mujer (supusimos que era su pareja). El conductor (sudamericano) de la villavesa allí presente veía todo con una actitud relajada y graciosa como si el hecho de que un hombre maltrate a una mujer fuese divertido.

En un momento dado mi amigo se giró y pude ver lo que nosotros estábamos deseando que no pasara. El hombre agarró del cuello a la mujer y la lanzó contra la marquesina pegando esta su espalda contra el banco y la cabeza contra el cristal. Nosotros no podíamos hacer nada y la impotencia que teníamos era total. Si llamábamos a la policía tardaría mínimo 5 min. en llegar y para entonces la villavesa ya habría salido.

Seguimos escuchando las amenazas hasta que dio la hora de irme. El agresor se subió al bus. En ese momento mi amigo me miró y los dos entendimos que yo no me podía subir a la villavesa con ese tiparraco y con el payaso risitas.

Nos fuimos a pedir un taxi pero nunca olvidaremos los gritos, la imagen de la agresión y el ruido del golpe.

Después de este acontecimiento estuve hablando con una miga y me dijo que ese mismo sábado su novio de 20 años le había agredido. No me lo podía creer.

Estamos en el s XXI pero el machismo que hay es igual o superior al que vivieron nuestros antepasados. Después de tanto progreso en tecnología, en la salud y en los derechos de la mujer no somos capaces de resolver un problema tan grave como la violencia de género. Mujeres que viven a diario una situación horrible. Estos Ángeles llegan a pensar que son ellas las k son malas y por lo tanto que se merecen dichas agresiones.

Desde mi punto de vista creo que deberíamos intentar frenar estos abusos porque ANTE LA VIOLENCIA TOLERANCIA CERO.

jueves, 13 de mayo de 2010

Días...

Hay días especiales, no sabes cuales van a ser pero que nada más abrir los ojos sabes que no va a ser un día normal, puede que sea un residuo de los sueños que no recuerdas de esa noche, pero la cosa es que ese residuo te marca durante el día... Puede ser que esos días te duren una temporada, o puede que te duren desde que abres los ojos en tu cama por la mañana hasta después de desayunar, pero la cosa es que sin saber por qué, estás más raro que de costumbre:

Hay días que te despiertas dormido, que no tienes ganas de hacer nada, que harías todo solo para que te dejen en paz solo y tumbado en tu cama o en el sofá... Al final acabas siempre haciendo algo, simplemente por la cabezonería de tus padres, o porque sino a la noche te vas a cagar en todo al ver que has desperdiciado un día entero de tu vida, y eso sienta muy mal... ¿verdad?

Otros mañanas te despiertas cabreado contigo mismo, puede que por algo que hayas hecho, o por ninguna razón en especial. Pero la cosa es que cuando abres los ojos estás todo depre... te parece que no quieres hablar con nadie, que no vale nada de lo que hagas... pero al final, se te va eso de la cabeza al levantarte y ver que todo sigue igual, que la gente te sigue queriendo y te valora tal y como eres.

Bueno, hay otros días (como el día que escribí el artículo de abajo) que te despiertas cabreado con el mundo y te pones a echar pestes de todo lo que se te viene a la cabeza. Esos días llevas una carga encima impresionante y necesitas desahogarte, ¡no veáis lo bien que sienta! Aunque al cabo de unos días dices: ¡Qué burro soy! Pero bueno, también eso es parte de mí, y orgulloso de ello.

Luego están los días que te despiertas radiante, sin sueño, con ganas de comerte al mundo, que sabes que todo te va a salir bien... días esplendorosos... días en que haces lo que te salga sin que te importe lo que digan de ... Qué suerte tengo que me despierte casi todos los días así, jajajaja. Eso sí, luego te pones a pensar en como viven en la otra parte del mundo y casi te sientes avergonzado de estar tan feliz.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Educación libre = utopía

Programas de educación, seguidos a raja tabla con ligeros comentarios personales de los profesores. Aún así, se nos enseña lo marcado, lo que creen los de arriba que debemos saber. ¿No debería elegir yo qué me gustaría que se metiese en mi cabeza? Pero claro, de esta forma no todos seríamos "iguales".

Nos meten en la cabeza que hay que estudiar, pero ¿qué? El cómo vivir te lo enseñan mientras tu estás sentada/a en tu pupitre 6 horas (aprox.), estoy segura (IRONÍA BRUTAL). Alguien me puede debatir que no nos enseñan a vivir, sino a saber cómo vivir la vida, a tener armas para que no nos engañen. ¿Cómo nos van a engañar si estamos aprendiendo lo que ellos han planeado para nosotros? Aunque cada uno puede decidir que conceptos coger y cuales no.

Esto es muy subjetivo, ya que yo me veo como un monigote al que maneja el Estado para conseguir su beneficio (no hace falta que sea económico), y además cada vez no empujan más para que creamos en lo privado.

Hoy estoy de que odio el instituto (odio tampoco, sino decepción). Me piden que estudie, que sepa cosas que van en contra de mi persona, de mí misma como chica con criterios, me piden que plasme en un papel lo que quieren oír, no lo que yo tenga que decir a cerca de lo que aprendo.

No me sé explicar con exactitud, pero bueno. Otro día me explayaré más.

miércoles, 5 de mayo de 2010

No te dejaré

Un día poco primaveral como hoy me voy a poner a escribir. Recuerdo y no recuerdo las fiestas de este finde. Lo que sí tengo presente es que me faltó una figura esencial en mi circulo de amigorros/as. Ya sabes quién eres. Date por aludido, sí sí, tú.

Todo empezó el viernes por la noche. Yo reconozco que no tenía buen cuerpo (temas menstruales), pero tú estabas como si sufrieses cuatro reglas a la vez. ¡Qué careto me llevabas! Te intenté animar, pero reconozco que a veces me cabreaba y te chillaba. Ya sabes como es Laura. Con esto no pretendo justificar mi comportamiento, soy así.

Por lo menos ya entrada la noche, lo poco que te vi, te noté agustito. Ya el sábado tu montaña rusa atravesó esa bajada bestial que suelen tener estas atracciones. Casi ni cenaste. Nos decías que estabas cansado; pero jope, ¡no nos diste tiempo de descansarte y volverte a cansar otra vez!

Te entiendo más que cualquiera. Sé qué es querer pasar de todo porque estás rallado/a; además, seguro que no te consoló mucho que yo fuese a dejar el blog. Ya sé que te gusta como escribo y que te gusta sentir nuestras palabras unidas para dar forma a este super mega chupi blog jajaja.

Tralaralarito...dejémonos de chorradas. ME DEBES DOS CHUPITOS. Aunque no sé cuándo te los podré cobrar, porque mi próxima meta es dejar el alcohol durante un tiempo. El cabrón de él se me sube de tal forma a la cabeza que no me deja actuar con demasiada cordura. No soy dueña de mis actos. A veces la sensación es gratificante, te sientes como desconectada/o de todo.

Tú sabes que te grito, te pillo, te digo las cosas con la suavidad con la que se azota a un mulo cabezota, pero vuelves a saber que son "gritos de madre". Esos que se dice que se pronuncian por nuestro bien y porque se preocupan por nosotros/as. Eso hago, preocuparme. Tranquilo, que intentaré reducir la intensidad de mis "preocupaciones"jajaja.

Te quiero.