lunes, 23 de mayo de 2011

Y ahora, como borregos a seguir al PP

Y que si todo parece ir mal con el centro "izquierda" corramos detrás del centro "derecha".

La rosa roja ha marchitado y ahora vuelva la gaviota. Gaviota, que rima con...eso es lo que parece ser la gente que elige el sí o el no, el azul o el rojo, la rosa o la gaviota.

Ya parece que no vemos más allá, que no recordamos en las manos en las que nos llegaron antiguamente los grandes cambios, en manos dispuestas a tenderse y no a arrebatarnos la libertad a cambio de seguridad y unos ciertos "derechos y libertades".

Desmesurada rabia me provoca esa alegría de atracción de masas (entendiéndose masa como peyorativo: gente movida por el empujón del de atrás y porque sigue el culo del de delante), tan conseguidas en las tan recientes elecciones. ¡Qué grandes somos! el segundo plato de un engullidor que ni saborea lo que sus dientes trituran.

Cuanto desesperado/a, que se piensa que el cambio llegará desde arriba, y encima gracias a PP, el que no sé si sabréis, pero favorece la enseñanza clasista (claro caso el de Esperancita), favorece la sanidad privada, colegas de la Iglesia como empresa...y muchas más que deberían avergonzar a todo trabajador/a que lucha por llevar el pan a su casa, mientras los empresarios, a los que mayoritariamente el PP llena los bolsillos, están preocupados porque en vez de dos millones de euros de beneficio ganan uno.

¡Ohhh crisis crisis! a ver si además de vaciar carteras has vaciado cabezas!

domingo, 15 de mayo de 2011

Nos creamos ideas acerca de las personas, creemos en nuestras propias convicciones y por lo tanto esperamos no equivocarnos acerca de ellas. Por eso cuando llega la hora de abrir los ojos nos podemos estampar contra un muro, muro que se ha ido formando mientras tú estabas en el mundo de las maravillas. No es que las decepciones lleguen repentinamente, sino que estaban ahí desde un principio.

Todo esto viene a cómo nos dejamos engañar pensando en que nuestras ilusiones pueden verse reflejadas en otras personas... En algunos sentidos claro que nos sentimos más realizados si ese sentimiento ha sido llevado a cabo junto a otros/as, pero tal y como esta la sociedad hoy día no deberíamos dejarnos caer en brazos ajenos, ya que no sabemos si estos que un día nos sujeta ron lo harán incondicionalmente.

No hay que pensar así ni mucho menos, no quiero incitar a la desconfianza
a, pero es curioso ver como cuantos más años tenemos en menos manos nos dejaríamos caer.

lunes, 2 de mayo de 2011

Engaños comidos bien, comidos en casa

Carrera universitaria formadora de personas capaces de crearte necesidades, de justo proponerte productos que te sacien. Publicidad como arte, que genera la muerte del apreciar lo que uno tiene, ¿para qué si puedo tener otro nuevo?

Anuncios graciosos que repetimos entre risas, luego vamos a comprar, recuerdas lo visto y qué mejor que hacer realidad lo de detrás de la pantalla. Molamos sí.

Fotos retocadas que nos llevan a los gimnasios a pedirles convertimos en el plástico que vende relojes o zapatillas o perfumes o coches. Peluqueras que ya usan las revistas no solo para entretener a las marujas, sino para que los niños pidan el corte de pelo del futbolista de moda, ese que de la vida solo piensa en qué gastara los millones que gana.

Cada vez parecemos más inútiles: los anuncios de abrefáciles, comida instantánea, etc un día nos harán olvidar cómo pelar patatas. Me encanta la muestran del machismo en estos, poniendo como figura al hombre, que para sorprender a su pareja solo necesita una bolsa y un microondas; sencillo, ¿verdad?

Permitimos que sabiendo lo que hay detrás la publicidad sea esta cada vez más relevante en nuestra sociedad capitalista, pero bueno, ¿a quién le hace daño ver personas artificiales que parecen vivir mejor que nosotros espectadores? Borregismo como filosofía contemporánea, sí señor.