Todo eso se acabó hasta el próximo verano.
Los ratos con María, cuando me hablaba desde su ventana, siempre fueron de los mejores porque entre las dos compartimos informaciones hasta acordarnos de qué tal estuvo la noche anterior...A veces son charlas amargas, recuerdan datos que el sabio alcohol borró de tu cabeza para evitarte humillaciones personales. Sin embargo, en todo tema hay cabida para las carcajadas que hacen referencia a sucesos locos. Y eso que somos chicas normales jajaja (ehh Mariii)
Para que esto se vuelva a repetir no tendré que esperar hasta el verano, tan sólo necesito volver a ser vecina suya.
CONTINUARÁ