miércoles, 29 de febrero de 2012

Partido de titanes.

La ciencia dio al hombre la cura de los males que ella creo. Necesidades generadas más allá de las primarias, por lo que erróneamente la evolución se asocia a lo que la ciencia inventa para cubrir los deseos antes no estimulados. ¿Cómo pensar en imaginar una vida sin ciencia si de ella dependemos?

En cierta forma los poseedores de esta ciencia llegan a sentirse "divinos", ya que en sus manos está la vida de la humanidad. Más veraz aún es el caso de médicos, farmacéuticos y demás investigadores sanitarios, ya que juegan como "base", pretendiendo subir la pelota al campo contrario para encestar. Nos alargan la vida para luego meternos en residencias o poner la excusa de que no hay jubilación para todos y todas. Ponen fecha de caducidad a los electrodomésticos, van creando diferentes versiones de programas u aparatos para que lo antiguo no sirva y debas comprar otro nuevo. Esta cadena genera millones al año (o más, pobrecita inocente de mí). Es verdad que muchas investigaciones están paradas por la escasas subvenciones que reciben los proyectos, pero esto es porque existen ramas de la medicina que no convienen ser investigadas. La existencia de los medicamentos genéricos causa tanto terror en las farmacéuticas como un piojo en una guardería. Siempre se busca el beneficio en una sociedad sostenida por el papel de un billete.

Otro equipo de sabios emprendedores son los fabricantes de armas, quienes, como buenos ciudadanos, pretenden equilibran la balanza facilitando opciones para no crear tanta población. Por su tremenda misión de salvamento ante la catástrofe económica que supondría una superpoblación, ellos son los que se llevan el mayor porcentaje del dinero internacional. Muchas veces este es un dinero mágico, invisible, ya que está pintado de negro y se camufla en muchos de los bolsillos de banqueros y otro entes del poder.

Ahora jugando la pelota se encuentra el ámbito económico, el FMI u otros grandes jugadores de las finanzas están barajando la idea de a quién pasar esta vez el balón. ¿Será a las empresas farmacéuticas, a los jeques del petróleo, a las industrias armamentísticas? Todos estos equipos son una panda de chupones, ya que no suelta el balón a los ciudadanos que estamos en el banquillo esperando esa salida al partido que tal vez no llegue nunca. Esperar sentados es lo que estamos eligiendo, unos en la cola del paro, otros en el sofá de su casa, otros debajo del culo del jefe y así repetidos ejemplos.

Además de estos equipos hay más, y dentro de ellos también puede hallarse algún jugador que quiera pasar la pelota al banquillo, pero es llegar a lanzar el balón y ya hay alguien metido en el juego preparado para arrebatárselo de las manos.

martes, 28 de febrero de 2012

Sociedad humanizada como UTOPÍA


Una utopía con toda la razón, pues mirando esta sociedad objetivamente no vemos los valores que se supone que son humanos por ninguna parte, pues aquí el que puede pasa por encima de los demás pisoteándole lo más posible. Esto es así desde que existe la propiedad, ya que con ella va ligada la avaricia, el querer más. Así pues, si esto es tan antiguo… Tendríamos que pararnos a pensar si los valores humanos son de verdad esos tan bonitos que tenemos siempre en mente (ayudar a los demás, solidaridad, ocuparse por el más débil, etc.) Pues la humanidad no puede jactarse de haberlos defendido en ninguna época de su historia. Así que cuando se habla sobre que la globalización ha incrementado este fenómeno, no me acaba de convencer, pues en las demás épocas de la historia también se han dado estas situaciones. Aún así está claro que con la globalización será difícil luchar contra esta tendencia egocéntrica.

Sin embargo, sigue existiendo la tendencia a querer defender esos ideales “humanos”(los buenos de verdad) y ahí está la tarea del que quiera luchar contra esto. En un principio hay que “embridar” los mercados, acabar con el sueño neoliberal de que los poderosos pueden hacer lo que a cada uno le venga en gana, para que la mayoría podamos vivir mejor. Sin embargo, para esto hay que terminar con el sistema actual; en el cual los mercados están vistos como dioses, pues todos estamos a su merced y parece que no podamos hacer nada, nada…

Para luchar contra esto hay que educar a la gente, pues si poco a poco se van dando cuenta de que están jugando con sus vidas, se verán reflejados en los demás y por tanto, esa ansia egocéntrica se podrá ir suprimiendo poco a poco y así creando una sociedad más humanizada.

viernes, 24 de febrero de 2012

Ciudades


No vivimos en lugares hechos para las personas. Las ciudades están hechas por islas, islas más pensadas para separar a las personas que para que las personas vivan juntas.
Bloques, aceras, carreteras… Todo acaba por ir separando a la gente. Los bloques son colmenas en las que se apretuja a la gente. 

Las ciudades no están pensadas para las personas. Están pensadas para los coches. Entre los bloques siempre hay una carretera, lo que divide la ciudad en numerosas islas. Numerosas islas separadas por el asfalto, que siendo peatones le debemos tener miedo, ya que el asfalto es el territorio de las poderosas y temerosas máquinas denominadas coches! Las ciudades están pensadas para los coches, no para personas.

El asfalto son los vasos sanguíneos de la ciudad, representan el caos, las prisas, el estrés… Todo lo que representa la ciudad. Son como los vasos sanguíneos, cuando uno se entapona, se nota en todo el resto del organismo…

Las ciudades son un organismo que representa la cultura dominante. Funciona igual, ataca a lo que puede perjudicarle. Los disturbios de valencia comenzaron con una sentada que paralizaba una de las principales avenidas de la ciudad. Así pues, la ciudad de valencia mandó a sus anticuerpos para terminar con su problema. 

Las ciudades son como organismos, y a la ciudad no le importa el individuo, tal como una célula es prescindible para el organismo.

Las ciudades no están hechas para las personas, sino para que estas sean productivas cueste lo que cueste.

miércoles, 22 de febrero de 2012

"Donde duele inspira"

Puede pasar que de la vida cotidiana se escriban libros, la gente sienta ganas de contar sus acciones más rutinarias, pero cuando estás equilibrada, ni sal ni pimienta, lo cocinado día a día te sabe bien, normal, una palabra neutra que no sirve para nada.

Es cuando hay excesos o defectos, ahí hay sentimientos, y es que lo que te hace sentirte vivo es sentir, sea cual sea ese sentimiento, notar los golpes que da la vida, notar las caricias hasta que el último dedo se separe de tu cuerpo. Que los moratones sirvan como mapa, que te guíen, que el que es persona ha llegado a ser lo que es por el conjunto de fallos y aciertos, estos son quienes nos componen. Aparentar solo sirve en la calle, porque al llegar a casa los temores te van a seguir; intentar ahogar la vida es ahogarte a ti con ella, quitar una parte de ti es imposible, lo que puedes hacer es vivir con ello, superarlo y construir de eso tu arma, ponerlo contigo, en vez de contra ti. Es decir, hacer que tus defectos sean tus cualidades. Si aprendemos por contraposiciones (bonito/feo, corto/largo, suspender/aprobar...), esto aquí también se puede aplicar, comprobado está. Basta con recordar qué perdimos y cómo actuamos ahora para no volver a tener que arrepentirnos de lo mismo.

Si has manchado las lágrimas con las hojas de cuadernos o libros, o si tal vez han sido contaminadas por tu almohada, ahí es donde te has inspirado, el olor del tejido mojado por los sentimientos, ahí vuelas o caes al suelo, creces y te levantas o incluso te arropas, pero que sea entre lágrimas o entre sonrisas, que rompas la crisálida y salgas con mucha más fuerza.

Y es que no hay nada más puro que una lágrima salida de verdad del alma, como la sonrisa, como la mirada complaciente, como el abrazo intenso, como el grito ensordecedor tal vez de un silencio. Inspírate, pero para eso, siente, siente aunque sea dolor, que no existe bien sin mal.

lunes, 20 de febrero de 2012

Estado del bienestar ¿dónde?


En esta sociedad a unos se dejan que se mueran de hambre por la avaricia de otros. Esto radica en el propio sistema, el que no s ha enseñado que hay que mirar por uno mismo, mirar porque ese mismo se haga más rico cada vez.

Sí, siempre más rico, sin importarles como, sin importarles pasar por encima de nadie. Y esto no es justo. Lo único que tenía como objetivo impedir esto era el Estado del Bienestar, que se ocupaba de asegurar a la ciudadanía las condiciones básicas para vivir, y esto se hacía a través de la colaboración de todos, ¿cómo? A través de impuestos. Sí, en un principio los impuestos eran para eso, para ayudar a la ciudadanía en general, no para los banqueros que han metido la pata hasta el fondo.

Pero esa ansia avariciosa e individualista de la que hablábamos al principio se ha colado también en el estado y como vemos, también el Estado del Bienestar se está derrumbando, dejando a un montón de gente sin los recursos básicos para vivir. Esto solo puede conllevar que en un futuro, no demasiado lejano, estas familias, presas de la desesperación se pasen al vandalismo o cosas peores.

Así pues necesitamos un cambio. Pero, ¿cómo? Pues la cosa no es sencilla, porque hay que erradicar esto por donde hemos empezado, por la avaricia de esos pocos. El problema es que el aprovecharse de los demás ya se come como pan de cada día, así pues hay que empezar a concienciar y protestar, y a partir de ahí a reclamar lo que es de todos que como decía Karl Marx:

“De cada cual según su capacidad; a cada cual según sus necesidades”

miércoles, 1 de febrero de 2012

De boca a boca

Que la evanescencia parece no existir porque nosotros hacemos que las palabras sean materia con la que hacer intercambios.

Es como el juego al que yo llamaba el "teléfono estropeado"; el primero se inventa una frase que se va pasando de oreja oreja en un círculo. Lo divertido llega cuando el último intenta acercarse a la original, pero como siempre, nunca suele coincidir la frase inicial con la que se acaba diciendo en alto.

Esto me sirve como gran ejemplo de lo que pasa con los rumores, con las cosas del amigo que le contó al conocido que dijo el hermano de la prima de mi vecino. Todas esta palabras acaban por ser mitos, ya que jamás lo contado es idéntico a los emitido por el emisor inicial de las palabras. El tono, los gestos, todo al hablar hace que te crees ideas de cómo se está expresando esa persona, la intención, los sentimientos...por eso poner en boca de los demás palabras interpretadas por uno mismo es un deporte peligroso practicado en exceso por todos nosotros.

No entendemos la fuerza de las palabras, por las que se forman conflictos que llevan incluso a la muerte, a romper relaciones de años espléndidos, llevan a malinterpretaciones que con palabras menos desgastadas por ir de boca en boca todo se desenredaría. Pero ponerse cara a cara cuesta, los ojos sufren al mantenerla mirada en momentos de tensión, así que ante la duda se hace caso a lo que te dicen terceras personas en vez de ir a la primera y preguntar.

En mi opinión, estoy harta de que suceda esto, de que para destruir a alguien o a veces sin mala intención se cree un halo de engaños que conduce al mal clima, y con este, se formen tormentas. La vida es breve y pocas veces luce el sol, sobre todo en esta zona, así que las veces que sale no conviene encerrarlo entre nubes.