viernes, 2 de agosto de 2013

Buscando un detonante

No me sale la voz, la noto presa; una rabia que se muerde el labio pero que chilla por dentro queriendo escapar. Mi cuerpo necesita soltar agua, tiene demasiados acuíferos escondidos, demasiadas charcas llenas de agua estancada. Que acuda a mí una chispa, una llama que consiga encender lo explosivo que llevo dentro. Ya huele a tormenta, a lo lejos los rayos se dibujan como flashazos de millones de cámaras. Empieza a llover. Parece una tormenta de verano, de esas en las cuales puede llover muy muy intensamente aunque su duración sea reducida.