sábado, 29 de enero de 2011

Alguna vez

Estoy atada aunque no vea las cadenas, aunque mis pensamientos vuelen. Quiero una vida, saber valorarla, sin analizar, comiendo mientras pienso con los sentidos: tacto, vista, olfato y gusto.

Es verdad que ahora no estoy, no soy, pero pronto seré, estaré; te miraré y mis ojos no te pertenecerán, sabrán ir más allá, atravesar la carne, la materia, clavarse en la dirección del que me necesite. Conseguiré que mis manos no solo me sirvan para apoyarme, sino también para alzarlas junto a mis sueños, alcanzarlos aunque en la escala sufra descalabros.

Abusaré de mi persona, sin buscar respuestas en las palabras ajenas; morderé no para herir, sino para dejar marca. Tampoco busco plasmar mi huella en el barro, al fin y al cabo es algo que luego se puede llegar a modelar.

Ya no solo escaparé mirando una ventana.

miércoles, 19 de enero de 2011

Millones que circulaban, millones que no se han desintegrado, que siguen ahí, que suben y bajan la bolsa, inflación, renta per capita, etc.

No ser engañados/as es difícil, ya que comprender la economía también lo es. Pensar de forma tan retorcida como los que manejan la pasta es casi impensable, ya que el dinero les da capacidades (mejor dicho: discapacidades) con las que poder vivir únicamente para ganar el mayor número de beneficios, hacer todas la tretas posibles para arruinar mientras él revienta la billetera.

¿La crisis de un banco? Querrán decir la crisis de millones de personas, que somos a los que nos han impuesto mediante el capitalismo el uso de bancos, créditos, S.A., en resumen, una economía nada controlada, pero nada supervisada a la hora de echar el guante al empresario malversador.

Escasa participación en la vida, total independencia unos/as de otros/as, mirando no solo nuestro ombligo, sino ya centrándonos hasta en la pelusa de este. Distraernos con pelusas es lo que hacen, con cosas banales y precarias. Un conformismo que nos ha llevado a creer que el cambio llegará con otro cambio como el del gobierno. Já já já, el mecánico del taller de al lado de mi casa es del mismo gremio que el del pueblo de al lado, un politico es igual o similar a otro (por lo menos en el sistema "bipartidista" actual).

El engaño continua, la gente lo comenta en voz baja, pero hace falta un grito final, ¿cuándo llegará?

lunes, 17 de enero de 2011

Cuentito

¡Ohhhhh! Parecía el destino, no se conocían, simples compañeros de trabajo, de repente, todo un flechazo. Días de juegos, asomados para escapar, se agarraban con pasión en los descansos. Promesas que ella no creía, pero que para él parecían ser muy verdaderas. Pronto pidió una vida a su lado.

Naira no se podía separar de él en el trabajo, si no Sergio le decía que ella aparentaba no querer pasar tiempo juntos. "¿Ah sí, te vas? ¡Pues vete!".-recriminaba el novio.

Paseando un día, entre conversaciones aparece esto:"Si es que todas las mujeres sois unas putas".-asegura entre carcajadas. Naira sobrecogida y dolida le rebate sus palabras, pero él continua con su afirmación. "¿Incluso yo?".-pregunta la chica esperando que fuese una de sus bromas, pero nada.

Ella debía callarse muchos de los momentos vividos, a Sergio no le gustaba escuchar ciertas cosas, situaciones que igual le incomodarían, pero que seguro que eran similares a las que Naira escuchaba de la boca de su novio, que menos mal que por ella decía ¡no! a muchas.

Mientras hablaban por teléfono ella sonreía sin querer, escuchar su voz, nada más quería, aunque fuese para oír palabras bromistas denominándola de foma vejatoria para una mujer. Gritaban, o hablaban alto, que más da, todo quedaba en agua de borrajas, siempre disculpaba sus formas de manera cómica; buena forma de rehuir.

"Tonteas mucho tú, ¿no?".-aseguró él preguntando. "¿De qué me hablas?".- se sobresaltó Naira. Ya estaba, ella acudía a él, parecía ofendido, pero la ofensa se la traspasaba a su novia, que iba a abrazarle mientras recibía un "Ahora, a tomar por culo, vete con el otro".

Naira notaba que todo se iba de las manos, dependía de él, de sus gestos, de sus palabras...pero por suerte se acabó. Amigos/as y familia abrieron los ojos a la chica, no estaba bien. En estos momentos es cuando Sergio se daba cuenta, ella era su vida, la mujer con la que quería ver crecer a sus hijos, era suya, de nadie más. No podía dejarla.

Un día le dio un arrebato, y la fue a buscar a su casa antes del trabajo, traía una carta escrita para recitársela como tantas vetes, pero ese día Naira supo decirle que no quería escuchar palabra alguna de su boca. Él destrozado la destrozó, y no a la carta. Con su rabia la agarró del brazo como tantas veces, no quería que se marchara de su vida. Los cinco dedos subieron hasta el cuello sin pretenderlo, es que Naira estaba a punto de soltar su mano del brazo y Sergio tuvo que atraparla por el cuello. Esta vez no controló su fuerza y ella murió entre su manos.

El sueño de morir juntos se había hecho realidad para el chico, ya que a los segundos y con el cuerpo de la que iba a ser su mujer en brazos, se arrojó desde el 5º piso en el que vivía.

martes, 11 de enero de 2011

RESISTIR

Satisfacción si consigues permanecer sin caer en la tentación, la tengo. Ganas de soltar mis ojos que se quieren ir a buscar, a buscar lo que no deberían encontrar. Y es que por una vez callaré al corazón para por fin escuchar a la razón, esa que odio seguir porque no me hace ser natural, espontánea, pero esta vez la reflexión me llama. No dejaré que la locura siga viva en esto, además, es fácil, la han intentado encerrar y ahora clama venganza.¿Qué le digo yo? Pues que venganza no, la razón me dice que no, y menos mal cabeza loca que en esto no te dispongo.

Supongo que acabé y acerté, después de tanto escribir con lápiz pude borrar con sabia goma. Lo reconozco, usé boli, y lo escrito así no se puede eliminar, se sabe que yo soy del comando anti-tipex. Las palabras de verdad, de gente de verdad me han retornado del falso paraíso, donde lo evidente se tapa con esporádicas flores y hermosas cascadas que hacía ruido y no me permitía escuchar con claridad.

lunes, 3 de enero de 2011

Gravedad

Aplaudo al que sabe por qué sonríe, para el que una sonrisa tiene sinónimo, equivale a algo o a alguien.

Muchas veces queremos pasar a otra fase de la vida en cuanto en la actual hay algo difícil de realizar, un obstáculo visto por nuestros ojos, pero el que podríamos considerar, con un segundo vistazo, como un reto a superar, gracias al cual hacernos más fuertes. Fácil decir hasta aquí, difícil el querer seguir.

Cuando conoces al esfuerzo, te presenta a recompensa, que igual no es la buscada, pero yo creo que siempre siempre, de todo esfuerzo se conoce a una señorita recompensa.

Para mí no solo existe la gravedad que nos hace pisar el suelo, sino que también hay otro tipo de gravedad, una atracción que es irremediable: intentas saltar para desligarte de esta y aun así acabas pisando tierra de nuevo... Nos asustamos al darnos cuenta de que por mucho que nos alejemos de algo acabamos volviendo; somos libres, queremos vivir sin dificultades (somos más idealistas de lo que pensamos), así que el miedo a depender nos hace alejarnos, o incluso salir huyendo de ese imán que te complementa.

Esta gravedad está en peligro de extinción, ya que son pocas la veces que nos dejamos llevar sin que el miedo a fallar se interponga. Aun así aplaudo a los luchadores/as, a los/as que no tienen miedo a darlo todo por su complementario, a los/as que están seguros de que los impedimentos a su gravedad están para consolidarla y los aprovechan.

Quien patina y se cae puede hacer dos cosas: cogerle temor a deslizarse sobre patines y no salir más con ellos puestos a la calle, o volver a intentarlo.