Me despierto en mi
habitación, me gusta la humedad que hay entre las ramas, muevo un par de poleas
para que las ramas se habrán y dejen pasar un poco de luz, tomo un
vaso de leche mientras mis padres me dicen que desayune algo más y deprisa
me voy al claro con mis amigos y, en círculo, nuestro profe empieza a dar la
lección:
-Hubo un momento que nuestro planeta parecía que se iba a morir, en realidad, empezó a morir. Aún lo recordamos como la extinción del s. XXI, hasta los científicos más optimistas creían que por lo menos el 30% del suelo se iba a desertificar y se iba a perder miles de especies de plantas y animales. Los países se enfrentaban entre ellos solo por tener el poder de los recursos naturales, para crecer, para desarrollarse lo llamaban ellos. El desarrollo era la única preocupación que tenían en la mente, hasta creían que era la solución para las desigualdades entre las sociedades... Gastaron un montón de recursos para que los países más pobres de la época se desarrollaran a la misma velocidad que ellos, acelerando la muerte de la Tierra. En ningún momento se les ocurrió que con tanto desarrollo basado en los recursos de nuestro planeta solo conseguirían acabar con él.
Las personas estaban totalmente obsesionadas con utilizarlo todo a todas
horas, existía un consumismo desenfrenado. No os lo podréis creer pero... ¡Todo
el mundo tenía que tener un coche en su casa! Todos los meses la gente tenía
que comprarse ropa, y para comprarse ropa en los lugares más favorecidos la
tenían que traer desde la otra parte del mundo, en donde la gente tenía que
estar trabajando todo el día para que las otras personas pudieran comprar su
ropa barata. ¡Qué locura! Lo mismo pasaba con los alimentos, había países
determinados dirigidos a ser la huerta para todo el resto del mundo,
produciendo en masa y estropeando la tierra... Todo era individualizado, esas
personas no estaban acostumbradas a compartir, pues para las empresas y
negocios de la época les decían que teniendo más y comprando serían más
felices... Y claro, teniendo para uno solo, teniendo más cosas que los demás.
El objetivo de las personas de a pié era el de tener más cosas que los demás...
Era un negocio redondo, mientras la gente más “humilde“ se peleaba por ser más
que el de al lado, las personas más pudientes se seguían aprovechando de lo que
los anteriores les compraban.
Todos
los avances tecnológicos inventados por el ser humano estaban dirigidos
únicamente hacia ese objetivo, la manera más efectiva de utilizar los recursos
de la Tierra, sin darse cuenta de que desarrollarse solo era quitarle tiempo de
vida a nuestro planeta.
Pero llegó un momento en que, de repente,
en esa sociedad del consumo, hubo una revolución gigantesca. Supongo que os
acordaréis de otras clases de historia. Entonces fue cuando empezó la
Revolución de la Consciencia. Poco a poco la gente apostó por las energías
renovables, por dejar de permitirse pequeños lujos que a la larga constituían
grandes vertederos de plásticos, cartones y metales. Acompañando a esa
revolución surgieron un montón de ideas para cambiar de vida, algunas de ellas
todos las disfrutamos hoy en día. Comenzamos vivir en medio de bosques
aprovechando la naturaleza sin estropearla para hacer nuestras casas. Los
avances en la tecnología dejaron de estar en manos de empresas que su único
interés era ganar más. Con la apertura de las patentes por fin conseguimos que
pudiéramos tener comodidades sostenibles... Avances que entonces también eran
posibles, pero estaban amordazados por las empresas a las que solo les
interesaba vender y ponían fecha de caducidad a todos los aparatos y productos.
Cuando pudimos acabar con esa lacra de la obsolescencia programada pudimos
tener aparatos como estas pizarras táctiles que utilizamos nosotros ahora, que
cubren todas las funciones que ellos tenían en móviles y ordenadores, y que ya
que se actualizan solas no necesitamos comprar "últimos modelos" como
hacían nuestros antepasados con cualquier aparato... También pudimos acabar de
crear las famosas bobinas de Tesla, que en aquella época las conocían pero no
las desarrollaron hasta su principal fin, dar electricidad a todos, gratis y
sin cables. Esto, a vosotros, niños, os parecerá una tontería pero con esos pocos avances hemos
conseguido salvar el planeta.
También tenemos que aprender a valorar el
cambio en la forma de ver los recursos a nuestro alrededor, ahora que
entendemos tan bien que la propiedad es colectiva y que nada es en realidad de
nadie pudo suponer el cambio más grande de todos, creeréis que la gente era muy
avariciosa por querer todo para ellos solos, pero en realidad la gente no tenía
otra forma de entender su realidad.
Al final la naturaleza no estaba tan
estropeada como creían los científicos, en cuanto dejamos de producir tanto CO2
la madre naturaleza volvió
a repoblar nuestro planeta de bosques con gran rapidez.Nuestras ciudades ahora
son muy distintas a las de entonces. Ellos hacían sus casas con hormigón y con
materiales duros, mientras que nosotros, cosa que ya conoceréis, utilizamos los
avances en la biotecnología para construimos nuestro hogar haciendo crecer un
árbol especial para que
crezca en forma de casa. Así hemos conseguido que nuestro hábitat se comparta
con otros animales, volviendo a lo que ellos llamarían una vida primitiva.
Pero, ¿de verdad creéis que nosotros vivimos peor que ellos?
Mientras despierto me voy dando cuenta que es un sueño, un bonito sueño ¿verdad? Pues es eso, simplemente un sueño con el que creo que puede haber algo más detrás de esta sociedad del consumismo y del despilfarro, una sociedad basada en la desigualdad. Una sociedad en la que nuestras comodidades surgen de que en otros países se explote a la gente... De momento un sueño, pero esperando en que llegue un momento que esos que están arriba vean por fin que el mundo no existe única y exclusivamente para que ellos saquen sus propios beneficios, sino para disfrutarlo todos y entre todos.
Mientras despierto me voy dando cuenta que es un sueño, un bonito sueño ¿verdad? Pues es eso, simplemente un sueño con el que creo que puede haber algo más detrás de esta sociedad del consumismo y del despilfarro, una sociedad basada en la desigualdad. Una sociedad en la que nuestras comodidades surgen de que en otros países se explote a la gente... De momento un sueño, pero esperando en que llegue un momento que esos que están arriba vean por fin que el mundo no existe única y exclusivamente para que ellos saquen sus propios beneficios, sino para disfrutarlo todos y entre todos.
P.D.: Lo siento, no es original... Pero lo he remodelado un poquito para entregarlo en un curso de Cooperación al desarrollo y aquí os lo dejo ;) A ver si vuelvo a escribir como antes!!