martes, 29 de noviembre de 2011

Contraposiciones

Necesito confesarme, no para absolver mis pecados, no hay necesidad de purgarlos, el tiempo ya hará de las suyas y enterrará mis pensamientos entre minutos desgastado. Basta con un espacio, mi espacio, tenerlo para hablar sin necesidad de receptores, un soliloquio que no va interno, ya que he de aclarar ideas y para ello nada mejor que verlas reflejadas.

Me siento incapaz de relejar los músculos, los únicos que no están en tensión son los tocados por la sonrisa, los demás, cada uno amarrado a un "no sé" diferente. La certeza es difícil de hallar y más cuando eres tú la responsable de la toma de decisión, columpiada en el vaivén de pensamientos, evanescencia y aparición pugnan con caricias en mi conciencia. Cada posibilidad es tan atractiva... , claro que todo es sintético, magnificado por ti para ver lo preparado como un acierto bonito, pensar que no te has equivocado, sentir que el futuro traerá consigo un porvenir que ahora no ves llegar ni aunque viaje en el AVE. Maneras de autoengaño dentro del mundo de las sombras que ya de por sí nos engaña. ¡Cómo intentamos llenar de consuelo a la materia gris con que todo se ve negro!.

Ahora toca contraponer, sacar lo bueno para encontrar el equilibro que vengo a buscar en mis palabras. Sin necesidad de lupa, mucho menos de tecnología avanzada, conseguiré observar que la vida no regala, si no que te hace ganarte poco a poco sus encantos. Aunque tampoco sé si esto es cierto, ya que parece que al llegar a la edad más cercana al dormir profundo, los encantos de la vida no han sido muchos, porque es entonces cuando la odias más que nunca. Ay señores de avanzada edad, que los tengo calados, ustedes lo que pretenden es autoconvencerse de que nada queda mejor que la muerte para así enfrentase mejor a los postines de la vida que no se pueden permitir debido a sus restricciones. Les recuerdo que, mientras quede un aliento, siempre se puede oler, ver, tocar, escuchar, saborear algo nuevo. Los placeres abstractos no tienen fecha de caducidad ni se encuentran en los supermercados, ahí está lo infinito que ni tan siquiera con la edad consigue desgastarse, debido a la condición de humanos, está dentro de nosotros sentir para ver, oler para escuchar, saborear para tocar lo inefable.

Gracias por hablarme entre líneas, con lo que he releído ya conozco tu enigma.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La democracia es un fraude


Sí, los especuladores comienzan con su juego, juegan con el dinero de los demás como si fueran piezas de un juego de construcción, lo quito de aquí, lo pongo ahí… Y comienzan a destruir la vida de millones de personas, estropeando la economía de todo el país, tirando por tierra todos los sueños de las personas, porque no podrían permitirse nada más allá que escape a el sueldo de un mes. Los bancos no prestarán dinero a nadie, querrán que les dejemos nuestro dinero para que jueguen con él, sin darnos nada a cambio.

Si esto está mal, lo peor viene ahora. Los mercados nos tienen a su merced, juegan  con los gobiernos y les chantajean jugando con su dinero.  Ahora, por si fuera poco, quieren estar Dentro de los gobiernos: Muchos países se están planteando crear gobiernos de economistas. Gobiernos de tecnócratas, al puro estilo franquista, eligiendo a los que les parece mejor sin tener en cuenta las ideas ciudadanas. Escogen a los que les apetece, para que hagan recortes. Recortes neoliberales, pues en eso se basa la política de los mercados… Podemos ir despidiéndonos de lo que quede del estado del bienestar, de los poderes públicos, subvenciones, etc. Si antes les importaba poco a los políticos las diferencias de clase, que los pobres fueran pobres y los ricos más ricos; ahora aún menos, pues en Italia, por ejemplo, ya tienen un gobierno de tecnócratas, un montón de ministros “expertos” en economía que no dudarán en hacer un montón de recortes.


Otro ejemplo de que la democracia no funciona es el intento truncado de referéndum en Grecia. El referéndum, un símbolo de democracia, en el que la población representa directamente su parecer en una decisión. Pues ese referéndum consiguieron cancelarlo nada menos que desde Europa.


Europa, esa asociación de países, diferentes países soberanos, pero con una economía en común. Lo que hace uno afecta a los demás… Esto no puede acabar bien.

martes, 15 de noviembre de 2011

Sacar parte de lo que hay dentro

Lo primero que se entierran son las preocupaciones, unos las ponen más al fondo y gente como yo las guardamos siempre a modo de nudo de garganta. Los retortijones en el estómago no son siempre a causa del hambre, pueden tratarse del ácido de la culpa, que por dentro te quema. ¿Los dolores de cabeza? casi siempre debidos al cúmulo de ideas estúpidas. Apuesto a que la mayor parte de perturbaciones en nuestro organismo nos las causamos nosotros mismos con la parte abstracta que inunda nuestras vidas.

Somos un cuerpo: huesos, articulaciones, arterias, venas, músculos...todas estas partes dirigidas por el gran cerebro. A parte de su trabajo físico realiza otras tareas como la de pensar, iluminar zonas de esta masa para que seamos capaces no solo de hacer, sino también de comprender nuestros actos. Supongo que esta capacidad muchas veces se torna difícil de emplear, ya que solo en momentos específicos comprendemos nuestras reacciones.

Manejar sentimientos causados por elementos externos es complicado también, ya que es imposible conocer todo para saber cómo vas a reaccionar ante ello. El cuerpo, o más bien nuestra parte racional, es inestable, pero no por ella, si no porque en muchas ocasiones lo que nos altera son nuestros propios componentes biológicos. Fijaos, ahora estamos ante dos fuentes de inestabilidad: física y mental. ¡Qué hermosa condición de animal racional! No penséis que me quejo de ello, a mí me encanta ser una exploradora de la metafísica, buscarme siempre preguntas sin respuesta quizá para no aburrirme de la vida al encontrar las respuestas.

Es cierto que cambiamos de humor, que todo nos altera, emociona, conmueve, enfada, disgusta...pero el intentar convivir con ellos, el simple intento, eso es la vida, por lo que solo hay una posibilidad para convivir con miedos y euforias, una sola para ver, escuchar, tocar, oler y hablar, poder hablar de qué es esto, de qué es la vida.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Una bajera

Empiezas por juntarte con gente que ni conoces casi, todo porque el local salga más barato al mes. Con algunos de ellos sí que te saludas por la calle, pero ahora toca conocerse mejor.

Lo primero es buscar entre todos muebles que sobren por ahí, comienza la comunicación, el ayudar a llenar la bajera de trastos entre unos y otros. Llega ya el momento de compartir sofá con aquellos que no conocías, hablan y hablas, tomamos decisiones, se escucha el tan típico: "¿ Y cómo vamos a hacer para limpiar la bajera?". Gran preocupación que acaba desapareciendo poco a poco o que en la cabeza de algunos no estuvo desde el principio.

Con los meses llega a convertirse en una especie de familia, con sus parientes cercanos, pero también lejanos, ya que con algunos siempre tienes tus roces. Nacen nuevas amistades en personas que nunca antes habías tenido en cuenta, conoces a la gente en un espacio cerrado, donde es difícil convivir. La vagancia aparece cuando el cubo de la basura está lleno y nadie lo quiere recoger, pérdidas de objetos, acumulación de bicis, entrada y salida de gente ajena a la bajera pero que parece como si viviesen en ella...

Para mí fue un descubrimiento muy grato, fui consciente de que me falta mucho por conocer de hasta las personas con las que llevo años estando, cada día la gente te sorprende más, está el egoísmo sí, pero también la preocupación y la simpatía.

P. D. : Hay mucho más que podría contar, pero eso se queda en mí.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Botiquín al completo

Vida de vendas y alcohol, tiritas para heridas pequeñas, el descontrol ya no existe, curados de libertad estamos creyendo que nada nos ata cuando pagamos con nuestro tiempo comida precocinada.

Miles de manos amasan mi vida, vueltas hasta marearme, esa es su expectativa, dejarme necesitada de pastillas; quieren que sane mi interior con alcohol, que arda mi vida para dar cuenta del fuego y de no lo que lo provoca. Boca cerrada con grapas, así se ahorran cerrar brechas causadas por mis palabras, que de salir ahí fuera arrasarían con piedra en mano y palos dados con el brazo.

Ocupar no podemos porque todo debería ser nuestro, de todos, del pueblo, no del de la corbata atada al cuello. Sigue sentado en tu silla de vaca muerta, algún día entraremos por tu puerta. Ni la manipulación de los medios ni vuestra demagogia harán callar, ocultar, no pensar, todo está a rebosar ya, no hay parche que lo cubra.

Elimina el médico los síntomas con medicamentos, vosotros quitáis la enfermedad de raíz con desalojos sin miramientos, nada más que sin casa, pero no se preocupen, todo no se les arrebata, le queda la deuda que al banco les ata.

Nos quieren hacer creer que la crisis es como el agua oxigena, que no escuece, que al final todo sana. La verdad que me pica, alrededor de la herida se crean burbujas, que ¡zas! explotan. Creímos en el ladrillo como medio, pero la verdad es que fue el fin.

Nada tendrá cura hasta que por fin veamos todo a oscuras. Esclavo sin darse cuenta.