martes, 27 de noviembre de 2012

Cambios

Deja de ser tus palabras para desenvolverte en consecuencia a los hechos. Las ideas cambian con la vida, con los años, pero lo que nadie debería perder es su esencia. La evolución de la personas no debe incurrir en su degradación, en perturbar lo puro. Que la pérdida de valores no sea por considerarlos causa perdida, sino por adquirir otros que todavía no se había revelado ante ti.

Piensa con tu ideas, mediante las de otros, e intenta comprender primero a tu persona y luego a los demás. De este modo no te precipitarás a mirar a través de ojos que no sean los tuyos. Y es que es bueno cuidar de uno mismo, mimar los caprichos que se eligen siempre intentado no entrometerlos ante causas de mayor envergadura. El "yo" ha de estar siempre que no decapite el valor de lo colectivo, de una búsqueda amplia de lo saludable y no reducida a una única persona recompensada.

¡Loca! te llamarán de no seguir una línea recta, de no seguir lo esperado. Hay gente que nació para descubrir las líneas sinuosas, con cambios y variantes que trajeron las innovaciones, nuevas formas de explorar. Antes a los insensatos aquellos se los podía colgar de una cuerda; muertes en las hogueras impregnaron el cielo de cenizas que a gritos clamaban... ¡libertad!

Hoy el tema de la libertad de expresión es más complicado que un simple tiro que acalle un grito libertario. Sutileza como arma. Los retrocesos se venden a modo de "única salida de emergencia" ante cualquier incendio. Se teme al fuego que desenmascara la verdad, se teme y aún así consiguen trabajar con él, moldearlo y sacar de ello un beneficio. Hoy en día, ¿a qué no se le saca partido? Hasta la noticia más escabrosa puede conseguir un salto a la fama, utilizarse como trampolín de venta de un producto. La miseria causa morbo, provocación casi equiparable al de una foto erótica. Se busca conmover el alma, ya sea de manera inocente o repulsiva. El trasfondo no importa, solo el resultado numérico.

La manera de enfocar la vida cambia. Lo único que podemos hacer es limpiar el objetivo con el que enfocamos, para así intentar quitar lo superficial y ver en realidad la esencia de todo lo que va detrás.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Regálaselo

Aquel regalo que pensaste, lo materializaste si era necesario, y entregabas a sus manos tu ilusión.

 Se dibujaban sueños gracias a dos pinceles. Las líneas que diseñaban la nueva realidad eran dos, solo esas dos. Un cuadro personalizado, incapaz de pintar en él cualquier otro pincel.

Se crearon pensamientos nacidos de dos mentes; fueron ellas quienes les dieron vida. Estos solo podían existir en el eclipse de dos sueños que se hicieran uno. Era la suma de que UNO más UNO daba como resultado UNO. No hacía falta nada más, solo dos para llegar al UNO, a la cumbre, al propio cénit, al éxtasis de toda existencia real, o incluso imaginaria.

Se conocieron horizontes marcados por el saber, pero también en ellos crecía el desconocimiento. Sus hojas revelaban cada día un nuevo secreto. Crecía miles y miles de hojas nuevas, verdes, llenas de esperanza por ser descubiertas, de que su misterio alumbrase el camino que condujese a otro horizonte.

Los pinceles, de la mezcla de colores en el agua, se quedaron negro. El tiempo también los secó. Ya no volvieron a dibujar. Los sueños despertaron y la realidad les cortó las alas. Los caminos ya solo tenía piedras; el desierto que se creó despojó el verde de las hojas, tal como hace otoño, que consigue arrojar al suelo todo lo que un día estaba aferrado a UNA sola rama, muchas hojas, pero que constituían UNA sola rama.