viernes, 27 de enero de 2012

Puede ser cierto

Todo se ve con los ojos, pero en realidad es la cabeza la que nos los abre. Las situaciones se valoran con principios, valores que nosotros tenemos interiorizados sin muchas veces ser conscientes. Mediante estos observaremos la vida de diferentes formas dependiendo qué valores empleemos como lentillas.

Tener una mala racha puede ser más o menos doloroso, según cada personalidad, pero es curioso que después de la tormenta viene la calma, sale el sol, parece un ciclo, siempre igual. Por esto creo que últimamente me estoy poniendo morena, las vitaminas de los rayos de sol curan los destrozos del tifón.

Es como cuando piensas que te vas a caer:" ¡me caigo! ¡no puedo! ¡ay que no puedo!", este sentimiento negativo al final puede lograr vencer vuestro pulso. Sin embargo, con tan solo pensar en superar ese mal trago, la comida será la que sola llegue al estómago, los jugos gástricos desharán los restos y la digestión se realizará poco a poco por el mero hecho de haber masticado bien.

Siempre la ayuda y el desamparo está en nosotros, en nuestra cabeza, así que llenarse de pensamientos positivos es la mejor medicina a la que jamás alcanzará la ciencia. Otro gran medicamento son las persona, las que siempre llegan cuando menos te lo esperas. SORPRESAS, LA VIDA ES ESO, LA IMAGINACIÓN NO SUELE LLEGAR TAN SIQUIERA A DIBUJAR LA FUTURA REALIDAD.

domingo, 15 de enero de 2012

Retroceso

Hablemos de las mujeres y del reconocimiento por el que muchísimas han luchado durante años.

Comencemos por conceptos básicos, aclarando que el feminismo no es el antónimo de machismo, que es lo que muchas personas creen. Es un movimiento que reclama los mismos derechos que para los hombres. Para más información os diré que el nombre que designa el lado radical del feminismo, así pues el antónimo del machismo, es el hembrismo.

Es cierto que existe un especie de "boom" en lo relacionado con el feminismo, pero creo que es porque la mujer llevaba muchos siglos dependiendo de una figura que no era la de sí misma. Primero debía responder ante su padre, luego sería hacia su marido. Se llegó a la conclusión de que todos y todas debíamos tener unos mismos derechos y deberes, por lo que los sexos no deberían servir como excusa de superioridad o inferioridad. Igualdad es el término, sí, pero cabe destacar que cada individuo es diferente. No por esto las mujeres que apoyamos el feminismo nos creemos superiores, solo pedimos cambios, sobre todo en las mentalidades de las personas, tan corrompidas por creencias, eslóganes, publicidad en general (me refiero actualmente).

Otro tema es cómo todo lo conseguido por nuestras antepasadas, y algún antepasado, se está yendo poco a poco por un precipicio que ha ido cavando esta sociedad con lo que antes he nombrado. La palabra libertad existe, creo yo, y cada uno decide en cierta medida lo que quiere hacer con su persona. Sin embargo, según mi opinión, creo que más que nunca las mujeres, y más concretamente las adolescentes, están empleando su dignidad de forma peligrosa; no mala, porque yo no me creo Dios para juzgar a nadie. Me apoyo en la pérdida de autoestima que tienen, en esa necesidad de sentirse deseadas por el sexo opuesto para notarse realmente bien, en la necesidad de acercarse a ser un poco más "Barbies", tener sus pechos grandes, el "Ken" que les lleve en coche, el chalet, la piscina...Si una chica se viste de cualquier forma tendría que ser porque a ella le gustase, no para causar buena impresión ante ojos ajenos.Existen muchos casos y contextos diferentes, por lo que no quiero generalizar.

Incluso el vocabulario está hecho para denigrar a la mujer, ya que la palabra "puta" o "zorra" tienen el porcentaje más alto de uso, en cambio, ¿qué sinónimos masculinos a estas palabras encontramos?, ¿"cabrón", "cerdo"? Me parece a mí que estos ni se acercan al grado negativo que tienen las femeninas en el uso actual. Cuando se dice que el feminismo exagera yo contesto que se queda corto, pero eso sí, corto en cuestiones que como el la televisión no aparecen nadie las piensa.

jueves, 5 de enero de 2012

Degradación humana

Con los años, al igual que la comida, las personas se pudren, no es directamente su piel la que refleja esta descomposición, sino sus comportamientos. Es cierto que todos guardamos fidelidad a alguien, se la han ganado con los años o con la hipocresía de ponerles siempre buena bonita barata cara. Que somos seres sociales también verídico es, que nos unimos en grupos para sobrevivir, nos comunicamos más o menos, pero ahí está, formamos parte de algo de lo que en cuanto nos separan un poco inseguros sí que nos sentimos. Creces y ya no existen los brazos de mamá o papá cuando te caes al suelo, supuestamente reposas en otros brazos, que se irá soltando poco a poco conforme avance tu vida.

Es difícil encontrar la autenticidad hoy en día entre tanta ropa de marca falsa. Sale más barato aparentar y no pagar, pero con los meses nos percatamos de que esas prendas tienen agujeros, se decoloran, deshilachan... Ya nadie quiere pagar el precio por tener lo verdadero, se conforman con caretas en vez de ver caras, máscaras nada caras por las que luego nunca llegarás a recordar caras.

Yo nunca he sido de preferir los disfraces al desnudo, lo natural no como alternativa para mí, sino como verdad universal. Lo sintético fue hecho por humanos, pero ya está a un segundo nivel, producido bajo manipulaciones, ya no es real, real como realidad sí, real como genuino no. Por lo tanto la extinción de especies no solo existe en los reinos vegetal o animal, también en esa gran especie colocada por todos/as en lo más alto del podio: el ser humano.

Especie capaz de llegar a superponer intereses propios a cambio de vidas humanas, a cambio de sufrimientos lograr sentirse superior y más fuerte, a cambio de ser respetado infunde temor. Al hablar de la degradación humana he sacado estos ejemplos, pero sigo creyendo en la otra parte de nuestra especie, la que en el fondo actúa sin querer, guiado por los instintos menos racionales pero en el fondo hay sentimiento. Observar no solo es inquirir en los actos.

lunes, 2 de enero de 2012

Tatuajes en el cerebro

Estoy marcada cual vaca, sin ser encima contra mi voluntad como lo es para ellas. Estas manchas quedan porque nosotros queremos entonces, lo malo es que una vez que la tienes no se quitará nunca o tardará un tiempo indeterminado.

Entre peleas con gatos de uñas largas y palabras de filo afilado toda tu cabeza queda llena de heridas. Esta vez las plaquetas me ayudan a borrar manchas, y eso que son casi tan malas para quitar como lo son los graffitis. Cada mancha es de un color, tono, pintura, forma distintos. Creo yo que cada vez las manchas se van antes, los quitamanchas mejoran tal como se ve en la tele, y yo lo veo con mis ojos.

Hay que saber diferenciar los recuerdos que queremos grabar y los que no, siendo objetivos, que es lo difícil, pero también lo que hace madurar el seso. Conocer un 2011 y sus manchas no estuvo mal, llega y llegó su fin y es hora de decidir o que salga sola la eliminatoria.

La primera soy yo, que me expulso otro año más para verme crecer desde fuera y disfrutar de mis errores contemplando luego mis aciertos. Nada hay completo como vacío, todo tiene un contexto, el que uno crea. Este año los tatuajes no me los hará nadie, ya que he aprendido a hacerlos yo solita. Gracias por todo Laura, eres la que siempre está ahí, solo hace falta mirar al espejo, rozarte la piel y te siento conmigo, estás solo tú, tú y tu contexto.

Es curioso como a estas alturas he llegado a tener una visión de la vida tan individualista, supongo que gracias a la gente que se fue del texto y ya no es contexto. Por la pérdidas y las ganancias de este año empiezo sonriendo.