viernes, 30 de julio de 2010

No es un adios

Mañana pongo rumbo hacia un agosto ajetreado. Sé que quedándome aquí tendría muchas cosas que hacer, pero necesito este mes para mí. Es verdad eso de que hay que mirar por uno/a mismo de vez en cuando, y yo lo suelo hacer en verano. Obviamente es cuando más tiempo hay, pero éste puede desperdiciarse si no lo exprimes al máximo.

Gracias por entenderme en tantos momentos que incluso no me comprendo ni yo misma. Se dice que los amigos están para escuchar y apoyar, que no juzgan. Por eso sé que tengo verdaderos amigos/as, porque soy consciente de que intentáis no juzgarme.

No quiero ponerme tierna, así que paro ya. Os echaré de menos, aunque no sé por qué, si siempre os llevo conmigo.

Un abrazo, pero que sea colectivo jajaja

lunes, 26 de julio de 2010

Tenerme que aguantar

Vas andando, a tus movidas, sin prestar demasiada atención a tu alrededor. De repente ves que alguien pasa a tu lado, pero él/ella no te ignora. Te mira como si quisiese saber hasta qué champú usas para el pelo. Entonces dejas de ir a tu rollo para fijarte en la máquina analizadora. Compruebas que incluso te mira mal. Sin ni siquiera conocerte te mira por encima del hombro.

Ahí es cuando me tengo que aguantar...paso de sus miradas, porque si le hiciese caso sería para preguntarle qué "coño" mira o asesinarlo hasta con las pestañas de mis ojos. Y pensar que todo esto suceda en tan tan poco y tantas veces mientras vas tranquilamente andando.

Pero para mí se merece menos respeto la gente que quiere llamar la atención "con ánimo de lucro". Buah, ¡qué jodida/o estoy!, pero si no lo exteriorizo nadie vendrá a darme palmaditas en la espalda. Voy a poner mala cara cuando alguien me mire, o directamente me pongo a llorar delante de todo el mundo.

Si acaso llamo la atención de la persona que quiero, haré como que no deseo que venga a verme estar jodida/o, que sienta que por su culpa estoy fatal de la muerte súbita. Aunque más tarde dejaré que averigüe qué me pasa, no vaya a ser que por decirle que no se acerque acabe marchándose de verdad y no me haga casito a mí. Buahhh Buahhh, como lloro...¡¡DE LA RISA!!

Que pueden ser buenas personas, claro, pero yo no me fiaría mucho; ya que si actúan así para llamar la atención...para conseguir muchas otras cosas usarán tretas parecidísimas. Por eso yo prefiero a la gente que expresa lo que siente en cada momento, que no se reprime demasiado. Personas que no buscan nada de forma directa y/o indirecta mostrando sus sentimientos.

viernes, 23 de julio de 2010

Empieza

Después de unos días abandonado te vuelvo a necesitar escribir.

No sé muy bien como empezar, pero ya lo estoy haciendo así que para adelante Laura.

El día 6 explotó el chupinazo. Ya comenzaban los sanfermines. Durante los primeros días de exaltación llegó mi decadencia. Parte de mi vida se alejaba, pero yo la sentía muy atada y no quería que existiesen las distancias. Un tiempo se dijo.

Ocurrió que yo no podía creer en esa distancia cuando veía que para mí ella seguía muy cerca. Decidí evadirme hacia tierras, que para mí, ayudan a olvidar mi vida en Pamplona: Candeleda.
El día 9 sin más dilación partí hacia el sur de Ávila. Aproveché que ese finde era el cumpleaños de una amiga de allá.
-¡Sorpresa!.- dije a mi fantástica amiga mientras nos fundíamos en un reconfortante abrazo.

Desde que vi su cara iluminarse por la ilusión aquel viernes, empecé a relajarme de verdad. Llevaba sin ver a mis Papanatas y Ladies desde Semana Santa. Necesitaba sus abrazos y vaciles. De verdad que durante mi estancia en el pueblo consiguieron que me volviese a reír como antes, con esa risa malvada que me sale...la que es de verdad y no fingida.

Pensaba que la vuelta a Pamplona iba a ser triste, pero al irme ya tenía presente que iba a volver en agosto.

Sabía que al regresar a mi ciudad, esa petición de distanciamiento se habría anulado. No soy adivina, pero había escuchado su voz con un tono de añoranza que me hizo recobrar la ilusión que en realidad nunca perdí. Por fin tuve claro qué es ser persona. Soy persona cuando ella me hace descubrir que la felicidad no siempre es algo momentáneo, sino continuo.

Por supuesto tampoco sabría qué hacer sin escuchar las voces de mis acompañantes en la rutina pamplonesa, los/as que siempre están aunque nos separen más de 500 kilómetros de distancia.


lunes, 5 de julio de 2010

Mi rincón

Todos necesitamos un rincón, donde olvidarnos de todo, un rincón para nosotros solos.

Un rincón donde podamos pensar libremente, sin ataduras para que nadie pueda meterse en nuestra vida en ese momento, que nadie nos distraiga y que ni siquiera nos tengamos que acordar de ese nadie en ese momento...

Esos rincones son importantes cuando buscas soledad, cuando quieres estar solo por una cosa o por otra, porque estés hasta los huevos de todo y quieres olvidarte de ello, o porque estás tan radiante que no quieres que nadie te estropea el día...

Cuando encuentras ese rincón, cuando te metes dentro de ti, flotas: Te olvidas de todo y de todos, estás tan dentro de ti que ni siquiera te aburres, y en ese momento crees que puedes pasar toda la tarde tumbado en la cama y escuchando música o simplemente tirado en la hierba. Luego, cuando vuelves a la realidad estás radiante, y sientes que nada va a poder contigo...

Eso sí, cuando no encuentras el rincón o no te dejan encontrarlo cuando lo necesitas, aunque te parecía que había muchas nubes en el cielo, en ese momento parece que se triplican y el día se va empeorando cada vez más y más. Puede que llegue un momento en el que explotes y te verás perjudicado tu y los de tu alrededor, y en ese momento, aunque intentes encontrar el rincón, no podrás hacer otra cosa que lanzar rayos por el culo hasta que (si tienes suerte) te despiertes mejor en un nuevo día.

P.D.: Espero que mis amigos sepan disculparme, hoy los he dejado plantados porque necesitaba estar esta tarde en mi rincón ;)

Ganas

Buff. No sé cómo actuar, qué hacer o no hacer cuando ya lo he visto. Ojalá pudiera borrar esa imagen de mi cabeza y tenerla llena sólo de mis habituales tonterías. Pensar que lo ha olvidado todo y mi cabeza empieza a recordar más que nunca. Puto verano.

En él tienes demasiado tiempo libre que alimentas con planes de todo tipo. Piensas que tienes todo el tiempo del mundo y que puedes hacer millones de cosas, cuando al final la realidad es que siempre te queda tiempo para rememorar tiempos pasados.

¿Quién se atreve a decirme que las cosas hay que pensarlas bien? Cuando yo tengo demostrado por experiencia propia que cuanto menos pienses las cosas mejor que mejor. Dulce ignorancia, desconocida para el que es curioso, para a la que le gusta indagar...Aquello ilustrados que únicamente quería usar la razón me dan miedo, ¿no saben que usando ésta y la lógica descubrirán que el ser humano no es un ser racional, sino todo lo contrario?

¿Para qué quiero razonarlo todo si con lo simples que somos se ve a la legua lo que pretendemos?Por muy retorcidos que seamos siempre habrá otros que sean peores que nosotros/as y que irán veinte zancadas por delante. Te soplarán al oído y algo tan insignificante como eso te destruirá por completo.

Este verano quiero vivir con la mente en blanco, pensar en el momento y no demasiado.